1.- Selección del tema.
Puede tratarse de un tema que te hayan pedido desarrollar... Si no es así, elige redactar sobre algún asunto de tu interés.
2.- Búsqueda de información.
Para informar sobre un hecho, la técnica de las ocho preguntas es muy efectiva: Hazte las siguientes preguntas y contéstalas:
La técnica de los siete imperativos es muy útil para todo tipo de escritos:
- Descríbelo: ¿cómo lo ves, sientes, hueles, tocas o saboreas?
- Compáralo: ¿a quién se parece o de qué se diferencia?
- Relaciónalo: ¿con qué se relaciona?
- Analízalo: ¿cuántas partes tiene?, ¿cuáles?, ¿cómo funcionan?
- Aplícalo: ¿cómo se utiliza?, ¿para qué sirve?
- Arguméntalo: ¿qué se puede decir a favor o en contra?
- Conclúyelo: ¿qué conclusiones sacas?
3.- Elaboración de un bosquejo. Una vez que tengas la información, organízala:
- Determina cuál es la idea principal o tema.
- Ordena las demás ideas de acuerdo con su importancia, de mayor a menor.
- Expresa cada idea con enunciados claros.
- Organiza el texto.
4.- Redacción de un borrador. Elabora un primer intento de redacción.
5.- Revisiones. En un proceso eficiente de revisión se debe tomar en cuenta lo siguiente:
- Sirve para mejorar globalmente el texto.
- Afecta a fragmentos extensos de texto, las ideas principales y la estructura.
- Pueden surgir nuevas ideas.
- El cambio de un término o palabra puede motivar a rehacer la estructura de toda una frase o párrafo.
6.- Redacción definitiva: Después de efectuar una última revisión, puedes elaborar el texto definitivo. Todavía recomiendo una última revisión después de poner distancia temporal; es decir, que conviene dejar a un lado el texto definitivo por un tiempo determinado -según la urgencia que se tenga de presentarlo-, y volver a efectuar otra revisión antes de darlo por terminado.
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